jueves 25 de agosto de 2011
Tras los estudios realizados por científicos de la escuela de Antropología y Conservación de la Universidad de Kent, Canterbury –(Reino Unido) y publicados en una revista científica, en el que se llega a la conclusión que los 40chimpancés estudiados de seis grupos independientesalbergados en zoológicos de los EE.UU. y Reino Unido, han demostrado que todos presentan un comportamiento anormal, Proyecto Gran Simio pide a las Autoridades competentes, que revisen la situación de los grandes simios en zoológicos y centros de recuperación, donde comer heces, acunarse, espulgarse de forma estereotipada, darse palmadas en los genitales, regurgitar, toquetearse los pezones, arrancarse el pelo, propinarse golpes y morderse así mismo, son conductas frecuentes en las mayoría de los grandes simios que se encuentran cautivos.
Si a todo esto, según Gran Simio, se suma la malas condiciones en que se encuentran el 80% de estos animales cercanos a nuestra especie en los diferentes establecimientos en España, nos encontramos con un cóctel explosivo de maltrato animal que puede desembocar en situaciones de peligro como las vividas en Mancha Real (Jaén) al escaparse dos chimpancés procedentes del Zoo World Center donde estaban en malas condiciones de habitabilidad.
Según el estudio, estos comportamientos que no tienen las poblaciones salvajes, nacen en la propia cautividad como respuesta psicológica a su situación de encerramiento, aislamiento y falta de espacio para poder desarrollarse de un modo normal a su especie. Por ello y según esta organización, los trastornos psicológicos que lleva consigo la cautividad, puede estarse incumpliendo diferentes artículos de La Ley 31/03,de 27 de octubre, de Conservación de la Fauna Silvestre en los Parques Zoológicos, entre ellos el maltrato psicológico y el incumplimiento de las medidas de bienestar animal.
El estudio concluye que las poblaciones salvajes, además de estar ocupadas en todo momento de su alimentación deambulando por la selva, sus actividades diarias varían y se desarrollan en distintos paisajes y tipos de hábitat. En comparación con ellos, menciona el estudio, los chimpancés en zoológicos tienen pocas oportunidades de ajustar sus formas de asociarse, ocupan espacios restringidos y gran parte de su vida está gestionada por humanos. La dieta controlada contrasta radicalmente con los procesos de decisión de su vida cotidiana en libertad. Además se señala sin lugar a dudas que el comportamiento anormal es endémico en cautividad.
“Pedimos a las autoridades competentes, que se estudien otras formas de tener a los grandes simios en zoológicos, que sólo muestran el lado anormal de la especie además de padecer enfermedades psicológicas, algunas de ellas grave como la auto mutilación. Como ya existe en otros países como Estados Unidos, se deben crear santuarios gestionados por el Estado para evitar posibles negocios encubiertos o explotación por intereses propios, evitando en la medida de lo posible el daño psicológico de mantenerlos en cautividad”, ha declarado ha declarado Pedro Pozas Terrados, Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio (GAP/PGS) en España.
Para Pozas, lo ideal sería que los centros de recuperación, tras un proceso educativo preparatorio, llevaran a las diferentes especies de grandes simios (gorilas, chimpancés, bonobos y orangutanes) a sus hábitats naturales, en aquellas áreas donde por diversas causas las poblaciones salvajes hayan desaparecido. Sería la única solución viable o bien mantenerlos en santuarios como tiene el Proyecto Gran Simio Internacional en Sao Paulo (Brasil)
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