viernes, 1 de mayo de 2009

Año Internacional del Gorila



Se ha enseñado a seis grupos de Asociaciones locales que trabajan ayudando a los campesinos, la utilización de máquinas prensadoras para fabricar briquetas, combustible procedente de material reciclable, evitando de esta forma la deforestación de los bosques primarios y la protección de su biodiversidad.

El Proyecto abarca la Provincia Sud Kivu, una de las más castigadas en el conflicto armado de los años 1996-2006, donde murieron a manos de rebeldes y tropas gubernamentales, miles de personas y donde las violaciones, matanzas y crímenes se sucedían año tras año contra la población local sin que la Comunidad Internacional hiciera nada por evitarlo.

Los seis grupos que fueron instruidos para el manejo de las maquinas prensadoras para fabricar briquetas, asistieron desde diferentes partes de la provincia, realizando un gran esfuerzo ya que muchos de ellos tuvieron que recorrer horas de viaje hasta la capital de la provincia Bukavu, donde se realizó el curso en el Hospital General.

Virginia Echevarria, miembro del Proyecto Gran Simio, fue la encargada de su instrucción. Se les enseñó el funcionamiento sencillo de las maquinas prensoras de briquetas y su beneficio, ya que su costo es un tercio más barato que el carbón vegetal normalmente empleado para hacer la comida y que procede de la destrucción de las selvas. Las briquetas se obtienen de hacer masas con materiales de desecho (serrin, papel, restos agrícolas..). No sólo Gran Simio se ha encargado de las enseñanzas de su uso, sino que además ha financiado la fabricación de cinco máquinas prensadoras que están ya en pleno funcionamiento en Bunyakiri, Kaziba, Uvira, Kasono y Bukavu, así como la fabricación de hornos para que las briquetas puedan secarse sin necesidad de utilizar el horno local de la aldea.

“Además del beneficio económico que supone para las familias al costar mucho menos que el carbón vegetal, las briquetas evita que las poblaciones locales entren a las selvas a coger combustible vegetal arrancando ramas o árboles, ya que en muchas ocasiones tienen que andar horas hasta llegar a los primeros bosques y después volver cargados, trabajo que normalmente lo hacen las mujeres y niños. Es importante extender esta técnica entre todos sus habitantes. Otro añadido importante son los puestos de trabajo que se origina en la obtención de este combustible ecológico.”, ha declarado Pedro Pozas Terrados, Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio (GAP/PGS-España).

El carbón vegetal se obtiene de la deforestación de las selvas, realizando una carbonización de la madera en hornos improvisados donde han sido talados y se carboniza mediante su combustión parcial con poco aire. Este método es cada vez más extensible por ser muy rentable y venderse en los mercados locales a un precio muy alto. La fabricación de las briquetas pueden hacer que la demanda descienda y de esta forma el uso del carbón vegetal se reduzca o desaparezca.

En los territorios de Luhwinja, lago Tanganika en el límite de Burundi y Walungu, donde se encuentran las primeras máquinas prensadoras, existen poblaciones de gorilas que hay que conservar. Los grandes simios están desapareciendo de una forma alarmante en todo su hábitat debido a la presión humana y la deforestación protagonizada por empresas multinacionales de los países industrializados. En Costa de Marfil, sólo en pocos años, han desaparecido el 90% de las poblaciones de chimpancés.
Según Pozas, todo Proyecto encaminado a la conservación de los grandes simios, de las selvas tropicales y le la biodiversidad en general, tiene por fuerza que contar con las poblaciones locales, con los campesinos, para que juntos puedan salvar lo poco que aun queda de este preciado Patrimonio que debería ser de la Humanidad.

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